La formación y madurez que otorga el discipulado es lo que marcara la vida del creyente.
Inicia: Cuando la persona se inscribe a Capacitación Destino.
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Termina: Es muy importante que podamos entender que en la vida cristiana siempre vamos a ser discípulos.
Ser discípulos es una naturaleza, no un proceso que tenga un comienzo y un final.
Sin importar cuánta experiencia ministerial tengamos, o el tamaño de nuestra iglesia, siempre debemos estar en formación, con un corazón moldeable, dispuestos a aprender más, sujetos a nuestras autoridades para escuchar su dirección.
¡Nadie puede discipular a otros si no es discípulo!
Así que en ese sentido no podemos decir que el Discipular tenga un final.
Sin embargo, cuando un discípulo ha culminado satisfactoriamente el tercer nivel de Capacitación Destino, ha asistido a reencuentro y ha abierto una célula, podríamos decir que ha “culminado” la etapa llamada discipular.
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SIEMPRE ESTAMOS APRENDIENDO
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
(MATEO 28:19-20) RVR1960
