Una vez somos enviados, la obra del ministerio se convierte en algo que haremos por el resto de nuestra vida.
Inicia: Cuando el líder encomienda a alguno de sus discípulos para que empiece a correr con la Visión, por medio de la apertura de una célula.
También te podría interesar: ¿Qué es una Célula?
Termina: Cuando una persona es enviada empieza a ejercer su llamado y tiene la meta de crecer constantemente y reproducir la Visión en otros. Esto significa que no hay momento determinado en el que el Enviar termine –a menos que hayamos ganado para Cristo a toda la población mundial–.
HACEMOS DE CADA MIEMBRO UN LÍDER
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos.
Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
(Mateo 9:37-38) RVR1960
Jesús expreso allí en Mateo 9 que la tarea que tenemos por delante es inmensa, es decir, recoger la gran cosecha de almas. Ser enviados por Dios a esta labor es un privilegio y una tarea cíclica que se repite día tras día. Donde miles de personas alrededor del mundo están experimentando el llamado de Dios para ser un instrumento de su salvación.