Los principios fundamentales de la consolidación son:
1. Mostrar los beneficios de pertenecer a la familia de DIOS.
Es esencial que cada nuevo creyente entienda que la iglesia es una familia espiritual y que pertenecer a ella traerá protección, provisión, formación, ayuda en los momentos difíciles y crecimiento a su vida. Muchas personas nuevas llegan con un concepto errado de la familia debido a las heridas allí producidas, pero al llegar a la iglesia deben recibir esa aceptación, perdón y amor que no recibieron en su familia primaria. La iglesia debe entenderse primeramente como una familia donde la persona puede sentirse segura.
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
(1a. Juan 4:7) RVR1960
2. Mostrar interés por las necesidades de las personas.
El interés por las necesidades de la persona nueva nos da el permiso para liderar esa persona. Nunca podremos pastorear a alguien que no amemos y por quien no estemos realmente interesados. Para esto es necesitamos amar cada persona con el amor de Dios que es incondicional e independiente del comportamiento del otro. Jamás debemos tener agendas ocultas o motivaciones erradas al pastorear una persona, únicamente interesarnos por el bienestar de estar persona, ya que el llamado a servir Dios lo hará El Señor a su debido tiempo con cada persona en particular.
Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas,
Y mira con cuidado por tus rebaños.
(Proverbios 27:23) RVR1960
3. Ofrecer compañerismo a los nuevos creyentes.
Dios nos creó para vivir en comunidad y rodeados de amigos, no como seres independientes. La consolidación busca que cada nuevo creyente encuentre en la iglesia un grupo de amigos de su mismo género y actividades parecidas para que juntos puedan crecer en la nueva vida en Cristo. Los jóvenes deben estar con los jóvenes, las parejas con las parejas, hombres, mujeres y hasta los niños y pre adolescentes deben encontrar una célula donde su necesidad de amistad sea suplida.
Reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
(Gálatas 2:9) RVR1960
4. Regar la semilla que ha sido plantada.
Cada Palabra que se comparta en la célula, cada predicación en la iglesia, tiempos de intercesión, cada visita, cada llamada telefónica, cada convención, cada consejería que se lleve a cabo con el nuevo creyente tiene como propósito regar esa semilla que ya se sembró en Él y hacerla crecer hasta que se vea fruto en el carácter de la persona que hemos ganado para Jesús.
Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
(1a. Corintios 3:8) RVR1960
5. Enseñar de Cristo, de su amor y la vida abundante que él tiene para ofrecer.
Es importante que el nuevo creyente renueve su mente y crea que el amor de Dios ha provisto en el sacrificio de Jesús la respuesta para todas y cada una de sus necesidades, tanto físicas, espirituales, emocionales como financieras. Muchas personas llegan con el concepto de un Dios lejano, que se complace en ver sufrir a las personas, cuando el evangelio se trata de todo lo contrario, un Dios amoroso que nos busca y desea nuestro bienestar integral.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
(Juan 10:10) RVR1960
6. Hacer consciente a cada persona de su decisión por Cristo.
Las personas que han aceptado a Jesús no dimensionan las riquezas abundantes que han recibido al aceptar a Cristo. Muchos creen que solo algunos problemas han sido solucionados, pero es nuestro deber por medio de las células y en nuestro trato con ellos, hacerlos consientes de todos los beneficios y responsabilidades que han recibido al aceptar a Jesús en sus vidas como Señor y Salvador.
Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.
(Colosenses 1:27-28) RVR1960
7. Involucrar a las personas en las actividades de la iglesia.
La iglesia debe centrar sus actividades en aquellas que provean crecimiento y edificación al nuevo creyente como los son las Células y la Universidad de la Vida. Estas dos actividades darán crecimiento y firmeza a los nuevos creyentes y los líderes deben esforzarse por involucrar a sus discípulos en estas dos actividades fundamentales en el trabajo de la visión.
No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
(Hebreos 10:25) RVR1960