Trabajamos arduamente por capacitar y enviar personas a hacer la obra de Dios con el propósito de:
1. Hacer la voluntad de Dios:
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
(Juan 6.38) RVR1960
Enviamos discípulos capacitados para que hagan la voluntad de Dios de ganar almas y formar discípulos. Jesús vino a este mundo enviado por el Padre no para hacer su voluntad sino la del Padre. Cada discípulo que es enviado a hacer la visión, tiene el propósito de glorificar a Dios en todo lo que haga, sin ambición personal ni agendas propias.
2. Que el fruto no se pierda:
Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
(Juan 6:39) RVR1960
Enviamos discípulos a hacer la visión porque es la forma de retener y cuidar las almas que tanto sacrificio le costaron a Jesús. Cada líder que es enviado tiene como propósito no permitir que el fruto se pierda sino que permanezca y se multiplique, tal como lo expreso Jesús. Esta es la voluntad de Dios con cada persona que visita nuestra iglesia, que ninguno se pierda sino que procedan a un arrepentimiento genuino.
3. Enviar a otros:
Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
(Juan 17:18) RV1960
El gran privilegio de ser enviado es que trae autoridad para también enviar a otros. Jesús fue enviado por el Padre y cumplió fielmente su tarea. Al final de su ministerio tuvo la autoridad de enviar a sus discípulos a hacer lo mismo que Él hizo, amar los perdidos, ganarlos y convertirlos en discípulos que a su vez hicieran lo mismo. De esta forma el crecimiento nunca se detiene. No debemos tener temor de enviar discípulos a hacer la obra de Dios porque ellos irán en el poder del Espíritu Santo y con el respaldo de Dios.
4. Conquistar territorio en nuestra ciudad:
Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron
(Josué 2:1) RVR1960
Josué envió a dos espías con el propósito de poseer la tierra prometida. Cada vez que enviamos un disculpó a abrir una célula estamos poseyendo territorio. Abrir células es conquistar territorio, cerrarlas equivale a cederle terreno al enemigo en una ciudad. Enviamos discípulos a abrir una célula porque esta acción equivale a pisar el terreno del enemigo y decirle que llegamos para ser luz en un hogar y un vecindario.
5. Recoger la cosecha del tiempo final:
Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
(Mateo 9:38) RVR1960
Enviamos discípulos a hacer la visión porque la cosecha de almas es inmensa y tan solo se requieren obreros dispuestos a trabajar para recogerla. No enviar obreros es ignorar el deseo del corazón de Dios de recoger la cosecha del tiempo final. Debemos ser fieles y sensibles al corazón de Dios, por eso preparamos discípulos y los enviamos.
6. Predicar el evangelio:
Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar.
(Marcos 3:14) RVR1960
Enviamos discípulos a abrir una célula para predicar el evangelio. Ese fue el propósito primario que tuvo Jesús al establecer su equipo y enviarlo. Suplir las necesidades de las personas por medio de la predicación de la Palabra de Dios. Debemos dedicar bastante tiempo a la preparación de los discípulos que enviamos para que estos sepan como elaborar una predicación y también como enseñarla con excelencia.
7. Aprender a trabajar en equipo:
Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos.
(Marcos 6:7) RVR1960
Jesús envió a sus discípulos en equipos de dos, los pudo enviar solos, pero prefirió enseñarles a trabajar en equipo. Cuando enviamos discípulos lo hacemos con el propósito de enseñarles que junto a otros se pueden lograr más y mejores resultados que si lo hicieran solos.
8. Reproducir la Visión fielmente:
El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, y no hay en él injusticia.
(Juan 7:18) RVR1960
Enviamos discípulos para que la visión corra y no se detenga. De esta manera hacemos que la visión se transita de manera fiel y sin añadirle cosas innecesarias.