Por esta razón, es de vital importancia que cada nuevo creyente haga la oración de fe u oración de entrega como una manifestación y evidencia que a causa de escuchar la predicación del evangelio, recibe a Jesús en su corazón y entrega su vida a Él, aceptándolo como su Señor y salvador.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
(Romanos 10:10) RVR1960
EL LLAMADO
Dos aspectos importantes:
1. Hacer el llamado en cada reunión o en la célula.
2. Presentar la Cruz de Cristo en el momento del llamado.
Después de la predicación del día sea en la reunión o en la célula, todos deben unirse en la oración de entrega con el predicador.
El siguiente modelo de oración te ayudará a hacer una oración de entrega en un servicio regular de tu iglesia o de tus células.
“Señor Jesús, miro la Cruz del Calvario donde diste Tu vida por mí y reconozco que eres el Santo Hijo del Dios Vivo. Llevaste sobre Tu cuerpo, mi pecado, mi culpa, mi condenación, mi maldición, todas mis enfermedades y mi muerte. Señor Jesús, renuncio al pecado, a la carne, al mundo y al adversario. Me arrepiento de mis pecados y te pido perdón por haberte ofendido. Renuncio a toda alianza hecha en el pasado con las tinieblas y abro mi vida a Ti. Confieso con mi boca que Tú eres el Hijo de Dios, que moriste mi muerte, pero resucitaste triunfante y victorioso. Jesús, hoy abro mi corazón y te acepto como mi Señor y mi Salvador; gobierna mi vida desde este día en adelante. Amén.”
LUEGO DE LA ORACIÓN:
1. Si es en una reunión de la iglesia, invitar a quienes la hicieron por primera vez a un salón aparte.
2. Orar juntos nuevamente enfatizando cuatro aspectos en la vida de la persona:
Su necesidad de Dios: "Señor, necesito de Ti".
Su condición: "Señor, necesito de ti".
Su arrepentimiento: "Señor, perdóname"
Su entrega: "Señor, te recibo".
Es de suma importancia apuntar las necesidades de la persona y orar por ellas.
Preguntarle si le gustaría recibir más orientación y consejo; dígale que alguien hará contacto con él en los próximos días.
Manifestarle que se le llamara y visitara para orar por sus necesidades e invitarlo a una célula.