"Todo se levanta o se viene abajo a causa del liderazgo"
John C. Maxwell
El Señor entendía la importancia del liderazgo por eso nos dejó libros enteros en su Palabra dedicado a este tema. Libros como 1 y 2 de reyes, 1 y 2 de Samuel, 1 y 2 de crónicas y aun el libro de Jueces, nos enseñan grandes lecciones de liderazgo, por medio de todo tipo de líderes, algunos buenos, algunos regulares y otros que fueron de lo peor. Todas estas historias fueron dejadas para nuestro ejemplo y para enseñarnos que dependiendo del liderazgo de una nación, una ciudad o una iglesia, así serán todas las cosas.
En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.
(Jueces 21:25) RVR1960
La vida espiritual y la actitud de una iglesia dependerá del liderazgo que esta tenga. Todo se levanta o se viene abajo dependiendo del liderazgo, dijo John C. Maxwell. El caos es la contante en el libro de Jueces debido a que nunca se pudo establecer un buen líder fuera ejemplo y diera dirección al pueblo.
Aquí radica la importancia de formar excelentes líderes dentro del ministerio. Los periodos más oscuros del pueblo de Israel en los libros anteriormente mencianos, se deberían al pésimo liderazgo que se levantó. También es cierto que las épocas de mayor esplendor fueron por la calidad de líderes como David o Salomón, quienes llevaron a Israel a niveles de conquista y excelencia que ningún líder pudo superar jamás.
Jesús sabía esto y fue por eso que gran parte de su ministerio lo dedico a la formación de líderes que fueran como rocas sobre las cuales pudiera edificar su iglesia. (Mateo 16.18) RVR1960.
Como es el pueblo así es el sacerdote.
(Oseas 4:9) RVR1960
Algunas personas no les gusta involucrarse al cien por ciento en la obra y algunos líderes se han dejado intimidar pensando que si se enfocan en el liderazgo la congregación se verá afectada.
Sin embargo, no formar limita la influencia de una iglesia, es un principio sencillo; entre más líderes haya habrá un mayor crecimiento.
La multiplicación de la iglesia es proporcional a la calidad de su liderazgo.
Me llama mucho la atención que Dios envía personas con mucho potencial a las iglesias, pero por falta de oportunidades nunca pueden desarrollar su llamado, ¿se imagina usted qué habría pasado con la iglesia cristiana si el Señor no se hubiera dedicado a formar a su equipo 12?
¡Probablemente no existiría! Así como el Señor invirtió su tiempo en formarlos a ellos, nosotros debemos hacerlo con quienes llegan a nuestras congregaciones.
Tenga algo por seguro, si una persona no encuentra el lugar para desarrollar su liderazgo en la iglesia, muy seguramente si lo encontrará en el mundo.