1. Una persona que preferiblemente tenga un llamado al evangelismo.
En Efesios 4:11, Pablo dice: Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. Es esencial que la persona que este a cargo del área del ganar en la iglesia, sea una persona con llamado de evangelista, es decir, alguien que ame estar con las personas y compartir de Jesús, porque confirme sea su pasión por los perdidos, así será lo que transmita al equipo que conforme para llevar tan importante labor.
2. Diligente en el servicio.
En Proverbios 22:29, Salomón dice: ¿Has visto un hombre diestro en su trabajo? Estará delante de los reyes; no estará delante de hombres sin importancia. Es imprescindible que el coordinador de ganar sea una persona diligente porque se le está confiando lo más precioso que Dios tiene, sus almas. Estas almas necesitan cuidado, paciencia y por sobre todo alguien que este pendiente de ellas. Una persona negligente no podrá desempeñar esta labor tan relevante.
3. Que se caracterice por su compasión hacia los perdidos.
Lucas 10:25-37 relata la parábola del buen samaritano, la cual Jesús contó con el propósito de llamar nuestra atención sobre esa tendencia que tenemos a la indiferencia. Un coordinador de ganar debe ser una persona compasiva, que le duela la situación de los demás y se proponga hacer algo para solucionarla. Los motivos para hacer esta labor debe ser el amor y la compasión, nunca la competencia ni el orgullo.
4. Que conozca los principios del evangelismo y tenga claridad de la gran comisión.
En Hechos 8:26-39, vemos como Felipe era un hombre que tenía claro los principios del evangelismo y la gran comisión, porque en el mismo momento en el que estuvo frente al etiope, empezó a evangelizarlo de una forma acertada. Todo coordinador debe estar bien preparado y estar al tanto de las mejores maneras de llegar a alcanzar a los que no conocen a Jesús.
5. Que sea un líder comprometido y fiel con la Visión.
6. Que sea una persona de fe y de Visión para cumplir con los desafíos y metas propuestas.
7. Que sea una persona que tiene buen testimonio.
8. Que esté lleno del Espíritu Santo.
9. Que sea una persona paciente y amorosa.
10. Que sea alguien que ame estudiar la palabra de Dios.