1. Una persona que preferiblemente tenga un llamado al pastorado. (Isaías 40.11) RV1960
El corazón de pastor es esencial para coordinar el área de consolidación de una iglesia, debido a que cuidar a las ovejas recién paridas es una habilidad que solo la da el Señor Jesús, el príncipe de los pastores. El coordinador del área de consolidación debe velar por el cuidado de todo el fruto del ministerio y por la capacitación del equipo de consolidadores y que mejor que alguien con un corazón de pastor.
2. Diligente en el servicio. (Josué 1:1) RV1960
Josué fue descrito como servidor de Moisés. Antes de asumir el liderazgo Josué fue descrito como un siervo, alguien que estuvo dispuesto a ocupar un lugar secundario, oculto, mientras Moisés ocupaba el puesto visible. Coordinar el área de consolidación es un constante servir a todas las personas de la iglesia, al liderazgo, a las personas nuevas, pero sobre todo es un servicio a Dios.
3. Que se caracterice por su compasión, atención y cuidado hacia los nuevos creyentes. (Mateo 9:35-36) RV1960
Una de las motivaciones de Jesús para formar discípulos fue la compasión por las multitudes. Un coordinador del área de Consolidación debe tener un corazón compasivo por aquellos que hasta ahora están conociendo al Señor. Esto lo va a llevar a orar por obreros y a preparar los mejores para retener el fruto en su ministerio.
4. Que sea un líder comprometido y fiel con la Visión. (2 Timoteo 2.2) RV1960
La fidelidad es esencial debido a que como coordinador de consolidación tendrá a su cargo dos grandes responsabilidades. En primer lugar, las personas nuevas por las cuales Jesús derramo su sangre y en segundo lugar preparar los obreros que van a retener ese fruto. Para cumplir con este gran trabajo se requiere fidelidad, ser detallista, excelente, comprometido y en ocasiones caminar la milla extra para que el trabajo se lleve a cabo.
5. Que sea una persona de fe y de Visión para cumplir con los desafíos y metas propuestas. (Juan 4:34-39) RV1960
Debes hacer este trabajo con visión, creyendo que Dios tiene preparada una gran cosecha y que tu labor es prepararte y capacitar obreros que recojan esa cosecha. Tener visión nos lleva a ver con los ojos espirituales el fruto y a cumplir con las metas.