Hay unas características especiales para conformar este equipo:
1. Elección: En el equipo que el Señor estaba conformando hubo toda clase de personas, cada una con su personalidad peculiar y su temperamento, más Jesús veía en ellos, lo que ellos mismos nunca habían visto.
Conformar un equipo es esencial para poder conquistar multitudes, ya que las multitudes seguirán a cada uno de tus discípulos.
Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,
y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios
(Marcos 3:14-15) RVR1960
2. Formación: Dios pone en tus manos a personas que son como el barro; tú debes verlas con los ojos de la fe y con tus palabras, tu ejemplo y tu testimonio influenciar sus vidas.
Dentro de la formación está el forjar lazos de amistad, esto hace que toda barrera de prevención que los discípulos puedan tener hacia ti sea quitada.
Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
(Mateo 16:15-16) RVR1960
3. Acercarse al equipo: Formar el equipo implica invertir tiempo en ellos, porque es aprender a conocerlos fuera de la iglesia.
Al acercarse, tú puedes conocer sus necesidades, descubrir valores y direccionarlos a dar fruto abundante.
Lo que más favorece a los discípulos es la impartición espiritual; reúnete con tu equipo regularmente e imparte una palabra de fe que les traiga aliento y esperanza.
He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.
(Juan 17:6) RVR1960
4. Dominio Propio: Las heridas profundas de una persona se originan o se deben a que en algún momento fueron testigos de maltrato físico o verbal. Esto mismo sucede con los discípulos, ten presente que una mala actitud que el líder tenga hacia ellos, puede marcar negativamente. Es importante que el líder ejerza su dominio propio y siempre deje gratos recuerdos en aquellos que lo rodean.
Sé un líder respetuoso y no hagas acepción de personas.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
(2a. Timoteo 1:7) RVR1960
5. Enfoque: Es necesario dedicarse a una sola cosa, en ocasiones el líder intenta hacer muchas cosas al mismo tiempo y esto lo neutraliza, lo bloquea y le quita fuerza de conquista. Mira el ejemplo de Jesús quien durante tres años y medio se enfocó en formar a Sus discípulos.
Enfócate en la solidez de tu equipo.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante.
(Filipenses 3:13) RVR1960
6. Enseña continuamente: El Señor Jesús salía con sus discípulos en Sus recorridos para estar esos momentos a solas con ellos y a través de cada vivencia poder edificarlos.
Al igual que Jesús, tú también puedes usar cada situación para ministrar a tus discípulos y enseñar la Palabra. Disfruta de cada momento que puedas compartir con ellos, el trabajo con tus doce nunca debe ser una carga o una tarea pesada, se sinceró, dedicado e imparte vida.
Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
(1a. Timoteo 4:13) RVR1960
7. Transmite la Visión: Luego de poner todo de sí para conformar tu equipo de doce, debes trabajar con cada uno de tus discípulos para que estos a su vez se reproduzcan en otros doce.
Tu gran desafío como líder será darle el orden correcto a la Visión, haciendo que cada uno de tus líderes no solo conformen su equipo de doce, sino que debe ayudar a que cada uno de estos últimos puedan establecer una célula. Esto da como resultado la llave de la multiplicación que son los ciento cuarenta y cuatro y por ende vendrán las multitudes por generaciones a Jesús.
Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
(Habacuc 2:2) RVR1960